Conexión Cristalina

 Cuando era niña me encantaba apreciar las piedras preciosas que, en aquel entonces, papá utilizaba para elaborar bellas piezas de joyería. Con apenas 6 o 7 años, me subía en un taburete para alcanzar a ver todo lo que mi padre hacía en su mesa de trabajo, mientras conversábamos y él me contaba sobre las cualidades de esas piedras preciosas. 

Me atraía mucho el verde profundo de las esmeraldas, el rojo intenso de los rubíes, el azul delicado de los zafiros o el brillo impactante de los diamantes. A veces, papá me mostraba a través de una lupa especial, el interior de aquellos cristales, indicándome las cualidades que determinaban su gran valor económico. Para mí era asombroso constatar que, a pesar de las aparentes similitudes, en su interior cada piedra preciosa era única. 

Un par de años después, descubrí las piedras semipreciosas:  los cuarzos y todas las demás variedades. ¡Todo un mundo de colores, formas y texturas! Desde entonces, ese universo cristalino se convirtió en una de mis pasiones más apreciadas. 

Al principio los usé como amuletos que guardaba en los bolsillos para que me ayudaran a salir de la confusión, aprobar exámenes académicos o sentirme mejor, si algo me perturbaba. Como funcionaban a la perfección, me gustaba imaginar que en el interior de cada piedra vivía un genio encargado de cumplir los deseos, como aquel que Aladino encontró en una lámpara. 

Con curiosidad me dediqué a aprender sobre cristales en algunos libros que adquirí con gran entusiasmo. En esos momentos, los temas holísticos aún eran parte del tabú y del misterio, por tanto, no era tan fácil encontrar mayor información. Después, realicé varias formaciones especializadas, con muy buenas maestras, que me permitieron ahondar en mi conocimiento y aprovechar los enormes beneficios de los cristales tanto en la vida diaria, como en el uso terapéutico.  

Luego de ese largo recorrido, puedo asegurarte que la magia cristalina existe y que está a tu disposición para activarla, si en verdad te atraen los cristales. Es algo así como un llamado desde el corazón que es preciso atender. Lo más interesante surge cuando empiezas a conocerlos, contrayendo con ellos una relación profunda que, sin duda, te beneficiará de muchas maneras.  

A mí me encanta compartir ese conocimiento tan valioso, porque además de apoyar tu desarrollo, sé que de esa manera contribuyo a que mis amigos los cristales. puedan ser apreciados por toda su belleza y  el bienestar amoroso que siempre están dispuestos a entregarnos.

Con Amor,

Amory

P.D. Si te interesa aprender algo nuevo y valioso para tu propio crecimiento interior o quizás, tienes la intensión de apoyar a los demás, entonces sigue el impulso de tu corazón y conquista tu propósito. 

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